
Científicos rusos demuestran que el ADN se modifica mediante las palabras y ciertas frecuencias, algo realmente revolucionario aunque quienes estamos alineados al espíritu ya habíamos comprobado esto en nuestras propias carnes.
Aunque parezca ciencia ficción solo el diez por ciento de nuestro AND esta siendo utilizado para la construcción de proteínas, el noventa por ciento restante se considera ADN basura.
Los científicos rusos especializados en biofísica y biología molecular, Petrovich Gariaev y Vladimir Poponin, convencidos de que la naturaleza es perfecta, se unieron a la lingüísticas y a genetistas para estudiar ese noventa por ciento de AND basura, los resultados fueron asombrosos, lograron descubrimientos realmente revolucionarios.
Biofísico y biólogo molecular Petrovich Gariaev modifica el ADN con las palabras
El biofísico y biólogo Petrovich Gariaev fue el creador de la teoría de la genética de ondas del lenguaje y quien mas conocía sobre genética cuántica. Fue nominado para el premio nobel el veinte de octubre de dos mil veinte, pero el diecisiete de noviembre, un mes después perdió la vida.

El profesor había comentado se necesita un enfoque genético y biológico totalmente nuevo principalmente para la genética de ondas del lenguaje que venimos desarrollando desde mil novecientos ochenta y cuatro.
El ADN humano es como una internet biológica
El ADN humano una internet biológica pero muy superior a cualquier sistema artificial. Petrovic y sus colegas científicos descubrieron que en el ADN humano se encuentra la explicación a fenómenos como:
- La clarividencia
- La intuición
- La sanación espontanea
- La curación remota,
- La auto sanación
- El color
- El tamaño del aura que rodea a las personas
- La influencia de la mente en los patrones del tiempo atmosférico
Para investigar el noventa por ciento del ADN basura, se unieron dos ramas diferentes de la ciencia, la lingüística y la genética.
El ADN sirve como almacenamiento y comunicación de datos, los lingüistas rusos se dieron cuenta que el código genético sigue las mismas reglas que todos los lenguajes humanos es decir, el código genético sigue la reglas de todas las lenguas o idiomas del mundo.
Descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y tienen reglas fijas similares a cualquier lengua. Esto llevo a pensar que los lenguajes humanos no aparecieron por casualidad, sino que son un reflejo de nuestro ADN. Fueron capaces de descubrir que los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónico holográficas. Usando la radiación laser en el ADN endógeno, insertaron ciertos patrones de frecuencia en un rayo como el laser, que influyo en la frecuencia del ADN y por tanto en su información genética.
La sustancia de ADN en el tejido vivo reacciona a las vibraciones de frecuencia de la lengua, ya que las palabras emiten una frecuencia vibratoria. Da igual que idioma usemos no se necesita de codificación, porque la estructura básica de los pares alcalinos del ADN y del lenguaje es la misma.

Petrovich y su equipo crearon aparatos de frecuencia de radio modulada y de luz que influyeron en el metabolismo celular reparando los defectos genéticos.
La utilización de la vibración y las frecuencias de sonido y el lenguaje en lugar del antiguo procedimiento de corte. Supone una revolución dentro del mundo de la genética. probaron con éxito como los cromosomas dañados pueden ser reparados con este método.
También descubrieron que nuestro ADN en un vacío puede producir agujeros de gusano magnetizados. Se cree que son los equivalentes microscópicos a los agujeros negros, y a través de ellos se podría transmitir información fuera del espacio y tiempo.
Este suceso muchos lo conocen como intuición, el estrés, la preocupación o un intelecto hiperactivo puede impedir esta comunicación del ADN, haciendo que la información llegue distorsionada por lo tanto inútil.
Los investigadores creen que si los humanos tuviésemos una nueva conciencia grupal, podríamos crear, alterar y dar forma a las cosas. Individualmente no podemos influir con el tiempo atmosférico, pero en grupo sí podemos hacerlo.
Además se han realizado otras investigaciones con grupos de personas que han enviado palabras positivas y de amor al agua contaminada consiguiendo limpiarla. Estas investigaciones apoyan el trabajo de Masaru Emoto que demostró el poder que tienen las palabras. Esto demuestra que podemos influir en nuestro entorno de forma brutal pues somos y estamos rodeados de agua.

Para terminar recuerda que los chamanes, los curanderos, sanadores conocían esto desde tiempos remotos. Muestra el potencial que tenemos para reprogramar nuestro cuerpo y mente mediante el lenguaje, las palabras y el pensamiento.
Recordar que esta manipulación también puede ser externa con el fin de manipular nuestras vidas. Pero también es cierto que cuando somos conscientes de ello podemos parar esa manipulación y volver a tener el control de nuestro cuerpo y mente en su totalidad y reprogramar nuestro ADN.